Por: Alejandro Ureña Amieva* Originalmente publicado en Factor Capital Humano 01 Sep 2020
El éxito, la autorrealización y la trascendencia hoy no significan lo mismo en el entorno laboral, por lo que las ofertas de valor tanto internas como externas en las empresas deben adecuarse a esa nueva realidad.
El mundo ha cambiado y no volverá a lo que era antes, estamos transitando una transformación completa. El mundo de antes nos permitía fallar y dejar de ver cosas que sabíamos que eran necesarias. Dentro de las dificultades que vivíamos, ninguna era tan grande como para obligarnos a replantear la forma en la que vivimos.
La pandemia es el mayor catalizador de cambio que ha tenido la humanidad en tiempos recientes. Ya no podemos hacernos a un lado porque implicaría un gran riesgo. Los paradigmas con los que operábamos hace menos de un año ya no son completamente válidos. Es momento de crear manuales nuevos.
Al preguntarle a los tomadores de decisión de las principales empresas del país en el marco de la encuesta Cuando despertamos, de ThePowerMBA, realizada a decenas de líderes de Recursos Humanos de las empresas más importantes de México, nos damos cuenta de que un abrumador 95% de las empresas ha cuestionado y reformulado su modelo de negocios. Incluso las grandes empresas trasnacionales, símbolo de estabilidad, muestran que ya no es posible mantener los mismos esquemas que antes.
No hay un solo rubro de las organizaciones que no haya sido afectado por la pandemia y la actual recesión económica mundial. Es un momento de cambio sin precedentes y lo interesante es que está sucediendo desde el corazón de esas empresas: la gente.
Cuando se ponen en juego necesidades primordiales del ser humano como lo es la salud y la seguridad, automáticamente la pirámide cae creando una serie de eventos totalmente inesperados. El éxito, la autorrealización y la trascendencia hoy no significan lo mismo, por lo que las ofertas de valor tanto internas como externas en las empresas deben adecuarse.
Estamos ante el mayor catalizador del cambio. Situaciones que los expertos esperaban ver durante el desarrollo de toda esta década, se han presentado de forma obligada en cinco meses. A pesar de que hace unos meses la mayor parte de los jefes estaba en contra de las modalidades remotas de trabajo, en la que los horarios son flexibles y se puede trabajar por proyectos y objetivos, hoy prácticamente es la única manera en la que podemos mantener a flote el negocio. Más del 80% de las empresas, independientemente de su tamaño, ven como la única solución el plantear la modalidad híbrida a todos los trabajadores que sea posible.
Cambio en las prioridades
Algo sumamente interesante es que más allá de las políticas, estamos viendo una transformación en las compensaciones que esperan los colaboradores de sus empresas, ya no es suficiente tener prestaciones de ley; no necesitamos un auto todo el tiempo, ni pases para el gimnasio, etc. Nada de eso tiene importancia en un mundo en reclusión en el que parece, según los últimos datos de la OMS, que estaremos por un buen tiempo.
Ahora otras cosas toman importancia; en primer lugar la flexibilidad. Más del 60% de los trabajadores busca esquemas en los que puedan compaginar sus vidas privadas, el quehacer de sus hogares, la educación de sus hijos y los objetivos laborales. La pregunta ya no es si el trabajo remoto es necesario, el verdadero cuestionamiento es cómo seguir haciéndolo de forma efectiva.
Otra tendencia increíble es que la salud mental está tomando un lugar importante en las conversaciones en los departamentos de Recursos Humanos. Lo que antes era un “nice to have” hoy se convierte en una piedra angular de las estrategias de desarrollo, puesto que no podemos tener productividad con una fuerza laboral enferma, angustiada o frustrada por el contexto que estamos viviendo. Se torna entonces en una responsabilidad corporativa el entregar herramientas de tratamiento y capacitación en salud mental lo más pronto posible, así como capacitación online en productividad y ejercicios de motivación en equipo.
Al tomar el pulso de las empresas, reafirmamos que los seres humanos crecemos en las crisis, son momentos que nos permiten innovar más que nunca para resolver los enormes desafíos que tenemos que enfrentar. Es interesante que en más de un 65% de las empresas encuestadas han sido los colaboradores y no los jefes los que han hecho propuestas de cambio y desarrollo en innovación.
Vamos a salir adelante a punta de transformaciones y hoy más que nunca los diferentes departamentos de Recursos Humanos, Capital Humano, Talento y Cultura, desarrollo organizacional, etc., tienen la oportunidad de convertirse en el corazón de las organizaciones, verdaderos aliados estratégicos de la Dirección General para gestionar los cambios que se necesitan.
En un mundo lleno de incertidumbre, tenemos que recuperar lo humano lo más posible para manifestar de verdad la motivación y el compromiso que necesitamos para pasar a través de las tormentas. Probablemente, después de todo, encontremos un nuevo mundo.
*El autor es Director de Innovación y Desarrollo en Empresas con Rumbo. LinkedIn Top Voice, Coach de Líderes y Equipos de Alto Rendimiento.
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